Juegos olímpicos de París 2024, detalles curiosos

 

Olimpiadas 2024 de París, esas anécdotas graciosas

juegos olímpicos, jjoo, olimpiadas, paris 2024

 

 

Menudo año para los aficionados al deporte. Aparte de los torneos habituales, a principios de julio hemos tenido los aperitivos de la Eurocopa y la Copa América y ahora nos llegan las olimpiadas parisinas. Pero no todo es deporte en los juegos olímpicos, y te lo contamos aquí.

 

Las camas antisexo de los JJOO 2024, para echar solo… unas risas

Durante 2020, en los juegos olímpicos de Tokio (aunque por la pandemia se celebraron un año después), se hicieron célebres las camas antisexo, aunque su fin no era promover la castidad sino evitar el contacto entre deportistas y posibles contagios.

Parece que la idea gustó a los organizadores de las olimpiadas de París y han vuelto a repetir modelo con estas camas de cartón y espuma de material reciclado.

Sin embargo, parece que no cumplen del todo. En teoría están diseñadas para no soportar más de 140 kg (200 según otras fuentes) y un gimnasta irlandés ha difundido un video en sus RRSS haciendo la prueba de impacto.

No, no busques el video porque no hay nada de sexo. Tan solo se ha puesto a dar saltos y envites sobre la cama y no se ha roto, pero hay que reconocer que los gimnastas no son muy grandes.

Tener sexo en las olimpiadas, además de los problemas habituales, se ha convertido en una cuestión de aritmética…si yo peso 90 kg y la cama aguanta 140 kg…me tengo que buscar una pareja de menos de…

¡Los maratonianos van a triunfar en esta edición!

Lo que ya no me cuadra es que también se hayan repartido más de 300.000 preservativos entre los inscritos. Un poco incoherente, camas anti sexo y preservativos juntos, pero será que algún organizador ya había cobrado la mordida y no podía echarse atrás.

 

La llama olímpica y las palomas de la paz

Como sabes, la llama olímpica no se apaga en lo que duran los juegos y uno de los momentos más emocionantes de la ceremonia de inauguración es el encendido del pebetero, con la llama que llega desde la mismísima Grecia.

De toda la vida, el encendido ha sido bastante soso, hasta que las olimpiadas de 1992 las organizamos en España e hicimos algo original y espectacular. Aparte de la rumba de Los Manolos, por supuesto.

Si tienes unos añitos recordarás la emoción de ese arquero paralímpico con su flecha prendida que lanzó por encima del pebetero. Un chorro de gas “potentito” saliendo del mismo hizo el resto y los juegos olímpicos de Barcelona quedaron inaugurados en todo su esplendor.

Cuentan que, los organizadores, tenían un sistema alternativo por si el tiro salía muy desviado. También hay quien dice que ya estaba encendido, pero a poco gas y cuando pasó la flecha por los alrededores le dieron a tope.

¿No nos creemos los efectos especiales del cine? Pues haz lo mismo, que lo bonito de ese momento fue la ilusión de los espectadores.

Pues bien, en las anteriores de Corea 1988, quisieron hacer un simbolismo muy bonito entre los valores de hermandad que representan unos JJOO y el mayor símbolo de la paz, las palomas blancas.

En Corea, parece que es una especie que no existe, así que importaron unas cuantas. Todo el estadio aclamó entusiasmado el vuelo de libertad de las palomitas que se posaron en los puntos altos del estadio y…en el pebetero.

Momentos después se encendió, dando como resultado buena parte de las palomas chamuscadas. Como simbolismo quedó un poco feo, la reencarnación de la paz muerta por incineración, pero algunos volvieron cenados a casa.

 

Yo quiero mi momento de gloria olímpica…y de humor para el público

La gloria o el ridículo olímpico no es algo solo reservado para los atletas participantes.

Últimamente no están muy de moda los espontáneos que se lanzan en pelotas en medio de un partido de fútbol o cualquier otra competición. Ahora mejor hacerlo en tus redes sociales y además la plebe comenta.

Sin embargo, en la inauguración de las olimpiadas del 76 en Montreal, un espontáneo se lanzó en bolas y dio una vuelta olímpica al estadio mientras enseñaba sus vergüenzas. No se sabe si es que reivindicaba algo o que era un nudista aburrido.

Y entre el público, todavía se escuchan las risas de cuando un atleta haitiano, hizo el ridículo en los 110 metros vallas donde se tropezó con la primera. Poco duró su participación olímpica.

Ya ves, años de preparación, y en tu primera carrera frente a millones de teleespectadores te da un trompazo y acabas por los suelos. Además, comentaban que el tipo era un poco chulito, por lo que esa cura de humildad tampoco le vino mal.

 

Unas olimpiadas seguras por completo

La seguridad siempre ha sido un aspecto muy relevante, pero a veces se les va la mano. En las de Río 2016 se lo tomaron tan a pecho que, por una de las puertas del estadio olímpico no se coló nadie, ni siquiera los que tenían entrada. Perdieron la llave de la puerta.

Algo así, fijo que no ocurre en estas olimpiadas parisinas, pero no porque los franceses sean mejores organizadores no, es por la ubicación del estadio.

En el barrio de Saint Denis, si pierden la llave llaman a cualquier vecino, le dan una horquilla del pelo…y arreglado. Ya demostraron todo su potencial en la final de la “Champions” de 2022. Si yo fuera Florentino revisaría si esa copa es auténtica o le dieron el cambiazo.

 

¿Calendario de vacunación para los JJOO 2024?

Pues todo hay que mirarlo, porque es dudosa la salubridad del agua del Sena, donde tienen que celebrarse las pruebas de triatlón. De hecho, ya ha habido que retrasar una para ver si la potabilidad mejoraba.

Pero ¿qué mejor que hacerse un “Fraga en Palomares”? Pues esa fue la ocurrencia de la alcaldesa de París que, para demostrar la limpieza del río, se dio un bañito junto a la ministra de deportes.

Macron también lo prometió, pero “mamá” Brigitte no le dejó por si se constipaba.

Fruto de esta iniciativa surgió una campaña, la del “Yo me cago en el Sena” y, la verdad, viendo los últimos resultados electorales daba un poco de miedo. Los simpatizantes de Le Pen se han pasado una buena temporada comendo mucha fibra.

Pero no esta la única ocasión en que ha habido quejas por contaminación de las aguas. También en Río 2016 había sus dudas sobre la seguridad de los nadadores en las aguas de la Bahía de Guanaraba.

Ni me imagino lo que ocurriría si las olimpiadas se celebrasen en Calcuta. Ganadores absolutos los organizadores que, aunque apenas supieran nadar, son los únicos con lo que hay que tener para dar unas brazadas en el Ganges.

 

Los reyes de la falsificación tienen muy poco humor

Los juegos olímpicos de Río de 2016 dieron para varias anécdotas divertidas, ¡si es que lo lleva en el nombre!

Resulta que unos deportistas chinos subieron al pódium y mientras sonaba el himno del vencedor, vieron que sus banderas no eran las correctas.

Es decir, esos que son capaces de vender como bueno un bolso de “Louis Buitton” ¿se ponen tiquismiquis cuando izan una falsificación por bandera?

Un poco cínico ¿no te parece?

Pero el jaleo con las banderas ha dado para más anécdotas. Eso ocurre por la relajación de los sistemas educativos, ya nadie se las aprende en las escuelas.

En los JJOO de 2012 en Londres, la de Corea del Sur se mostró para representar al equipo femenino de fútbol. El problema es que quién jugaba era Corea del Norte, y ya sabemos que no se llevan muy bien.

Ahora que los norcoreanos han desarrollado su programa nuclear, más les vale a los parisinos acertar con la bandera, que el líder supremo gasta muy mala leche.

Con los himnos también se lía bastante. Seguro que recuerdas cuando a la selección española de fútbol la recibieron con un himno del siglo pasado. Cualquier día nos ponen “Mi carro” del gran Manolo Escobar que, a fin de cuentas, es lo que más escuchan los guiris en sus vacaciones por España.

 

Y España en los juegos olímpicos…

No sabemos cuántas medallas añadiremos a nuestro palmarés, pero como aquí no sabemos hacer nada con tranquilidad y sin polémica, ya la tenemos montada con el vestuario de nuestros deportistas.

No son pocas las críticas que pululan por los medios acerca del atuendo de la representación española, sobre todo el modelo de falda de nuestras chicas.

¿Me estaré haciendo viejo? Porque yo no lo encuentro tan feo. Para vestuario horroroso el que llevamos hace unas cuantas olimpiadas y que fue diseñado por una compañía rusa.

Esta vez al menos lo han fabricado en una empresa patria, así todo queda en casa… ¿Habrán patrocinado algún master de Begoña?

Ocurrió en las olimpiadas de 2012, cuando una firma de moda rusa nos hizo el vestuario gratuitamente y además patrocinó al equipo. Estaba claro, para hacer que nuestros deportistas se pusieran eso, había que soltar mucha pasta.

 

Primeras olimpiadas en el estadio olímpico de Atenas

Pero toda la “gloria” que conocemos ahora de los juegos olímpicos de la era moderna tuvo unos comienzos algo complicados desde su inauguración en 1896 en la capital griega.

Participaron menos de 300 deportistas de solo 13 países y, en lo referente a los deportes implicados, ahora nos resultan un tanto curiosos, ¡había carreras de sacos y de salto de la rana!

No me imagino yo que los atletas entrenaran mucho para esas disciplinas. Un padre de familia con muchos niños a los que entretener, sería el ganador.

Seguramente en aquella época los nuevos “deportes” incorporados como el “breakdance” y el “skateboarding” también les hubieran parecido curiositos.

Aunque dado el barrio en el que se ubica el estadio olímpico parisino, el “running” con la cartera del turista puede ser el deporte olímpico triunfador de 2024.

Y a ti, ¿qué nuevo deporte querrías para los JJOO de 2028? Danos tus sugerencias que las elevamos al comité olímpico.

 
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.