¿Mesa electoral en las europeas?, ¡a ver qué me invento!

 

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 Imagen generada con IA

 

Parece que en España últimamente nos pasamos la vida de elecciones, municipales, autonómicas y generales, con lo que las probabilidades de que te toque ser mesa electoral se multiplican.

Pero no todo está perdido, hay muchos motivos por los que te puedes librar. Unos son oficiales, otros son un tanto más jocosos, por lo que la efectividad está más limitada.

¿Te interesaría conocerlos? Pues vamos a ello, con los divertidos, que para los serios ya tienes la información oficial.

Según el Ministerio del Interior, las razones para ser relegado de participar como mesa electoral en la “fiesta de la democracia” se dividen en 25 categorías.

Quizás pienses que la más frecuente es la de razones médicas o enfermedad, pero no, esa ocupa la segunda posición en el ranking. El bloque más importante de motivos para solicitar que te excusen de pasarte todo el domingo detrás de una urna es el de “otros”.

Esto significa que son motivos que no pueden ser catalogados dentro de las categorías normales. Vamos, gente que le echa un poco de imaginación a ver si cuela.

 

Con mi enfermedad no puedo ser mesa en las próximas elecciones

Dentro de la categoría de enfermedades, aparte de esas que certifica un médico, un ciudadano francés esgrimió que no podía serlo porque sus hemorroides le impedían estar mucho tiempo sentado.

Cuentan que a sus vecinos les extrañó verlo en un bazar comprando un flotador en pleno invierno.

Pero no solo las enfermedades propias sirven como argumento, también las ajenas, y no nos referimos que se tenga que cuidar de un familiar.

Una mujer norteamericana arguyó que su perro estaba deprimido y que no podía dejarle solo. Quizás se temía que el animal se suicidara y tenía que vigilarlo. Otra tenía un problema con su gato, que estaba enfermo y requería de su atención.

Ya me imagino a la junta electoral correspondiente respondiendo que no se preocupara que, en el peor de los casos, todavía le quedarían 6 vidas más.

Y lo que digo yo, ahora con la ley de bienestar animal, ¿no serían válidos los argumentos anteriores? Recuerdo que a una mujer le pusieron una multa por dejar al perro atado a una farola mientras entraba a la farmacia.

Porque, ya me dirás si no tienes quién te saque al perro a hacer sus necesidades, después de todo el día en el colegio electoral, llega a casa y directo a por la fregona, aparte de que lo mismo te condenan por abandono de chucho, sin importar que el susodicho haya estado mucho mejor que su sufrido dueño.

El tema anímico, tampoco parece un motivo de suficiente peso, tal y como le respondieron a ese señor que se declaraba deprimido porque su hámster había fallecido poco antes.

Si esto colara ya me imagino el anuncio de Wallapop: “compro hámster muerto para librarme de pringar en las elecciones

 

Lo siento, pero necesita mis cuidados

Hay ciudadanos que se excusan en que tienen que estar al cuidado de algún ser vivo, pero argumentar que tienes que dar de comer a los peces, no parece un argumento muy sólido.

Tampoco el cuidar de las plantas, por muy delicados que sean los bonsáis, como así explicó un hombre en las últimas elecciones autonómicas.

Regar las plantas tampoco parece una excusa muy creíble, por mucho que te empeñas en que las gusta a una hora determinada del día que coincide con el que debes estar en el colegio electoral.

Y ni, aunque tus plantas sean carnívoras, por muy exótico que eso sea, deja las moscas volando por la habitación que ya se encargan ellas de zampárselas sin tu ayuda.

Sí, hubo quién intentó escaquearse por esto.

 

Nuevos tiempos, nuevas excusas para librarse de pringar en las elecciones

La tecnología ha traído grandes avances, pero no cabe duda de que algunos problemas ha causado, como es el caso de las adicciones al móvil.

Un tipo muy avispado utilizó su adicción como excusa para no ser presidente de su mesa electoral. Con el argumento de que está muy enganchado a las redes sociales y que no puede pasar ni 5 minutos sin revisarlas, pretendía librarse de sus obligaciones democráticas.

Y al hilo de las aficiones, la del fútbol que, mayoritariamente se juega en domingo, seguro que ha creado muchos dolores de cabeza.

Imagina que te pasas toda la temporada esperando a que tu equipo ascienda, que gane un campeonato o que simplemente uno de los grandes visite tu estadio…y eres vocal de tu mesa.

Pues esto le pasó a un tipo, pero como los colores y el escudo tiran mucho, llego a contratar a un doble. No se debía parecer demasiado, porque acabaron pillándole.

 

Viva la democracia, pero yo tengo una cita ineludible

Ahora que, los de Amazon reparten incluso los domingos, puedes encontrarte en esa situación. Si es ese tu caso, lamento decirte que te vayas olvidando de utilizarlo, porque ya hay quién lo ha intentado sin ningún éxito.

Tener un curso de zumba, tampoco te va a servir, también hay quién ha intentado utilizarlo, y no es que la junta electoral tenga especial inquina con el baile, es que no tragan con ningún tipo de curso.

Tampoco que estés convocado a una partida de parchís o que seas finalista en el campeonato de mus de tu barrio. Lo más que podrás hacer es echarte una partida en el colegio electoral si es que no hay mucha actividad.

Yo he llegado a ver a señoras haciendo ganchillo entre votante y votante.

Tengo otras prioridades a ser presidente de una mesa electoral

Eso de tener cosas más importantes que hacer, pues es relativo.

Que coincide con tu cumpleaños y ya has encargado la tarta, pues que se la coman los invitados y les pides que te reserven un trozo para cuando vuelvas por la noche.

Que tenías mesa reservada en un restaurante de esos de 3 estrellas en los que hay que pedir cita con meses de antelación…pues eso que te ahorras. Incluso puede que hagas negocio si vendes la reserva por internet, los ricachones pagan auténticas fortunas por tener las cosas cuando se les antojan, sin tener que esperar.

Tampoco se apiadan de ti en la junta electoral si esgrimes que tienes un examen importante a la vista. Ni siquiera si te firma un certificado tu madre, como esos con los que te librabas de la clase de gimnasia.

Yo vi en las últimas elecciones generales a un opositor en un extremo de la mesa mientras el resto, muy amables, le hacían el trabajo.

Allí estaba el pobre, con sus auriculares en busca de concentración, acompañado del código civil y subrayando en fosforito una copia del BOE.

 

Lo siento, pero no me fio de mi marido

Una señora, que esperemos no fuera de Podemos, adujo una excusa muy poderosa para no poder ser presidenta de su mesa electoral, no podía dejar solo a su marido.

Decía que no se atrevía a dejarle a solas en casa porque no sabía ni freír un huevo y que se temía que podía ocurrir un accidente simplemente calentado la comida o abriéndose una lata. Que ella tenía que hacerlo todo.

No sé si el hombre sería tan inútil como su señora mencionaba, pero me temo que ni con el más gañán del mundo como consorte, te libras de cumplir con tus obligaciones electorales.

Si no puede quedarse solo en casa, que te acompañe y que dejen irse a otro.

Aunque lo de echar la culpa a la media naranja es muy socorrido en múltiples ocasiones. Yo conozco a uno que, para no dar explicaciones de por qué dejaba la plaza de garaje que  tenía alquilada, simplemente le dijo al propietario…”no, si la plaza me gusta, pero es que mi mujer no es capaz de aparcar en ella”

El dueño ni se atrevió a intentar convencerlo.

 

 

Bueno, pues ya tienes un listado de excusas para librarte de ser mesa electoral. Todas estas, ya están probadas y…no funcionan.

Si conoces alguna que sí que haya colado, no seas egoísta y compártela en comentarios.

 
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