Utensilios de cocina

Utensilios de cocina para recién emancipados

Si estás evolucionando como intento yo, pero eres de los que todavía llevan la ropa sucia y los tuppers vacíos a casa de los progenitores, necesitas estar bien equipado.

El tupper, por si añoras la comida de mamá

Si no sabes dónde comprarlo, qué modelo elegir, cuál es el adecuado para llevar fruta a la oficina, si es mejor con compartimentos incluso, si tus compañeros de piso son unos gorrones y lo prefieres con contraseña, echa un ojo a los que te presento en la imagen.

Libros de cocina y anímate a cocinar

Si ya estás un escalón por encima y te animas a cocinar tus propios platos, no te puede faltar una guía que te explique con detalle los ingredientes, pasos y tiempos para triunfar…o para que al menos sea comestible.

Ten cuidado no te ocurra como a Rachel (Jennifer Aniston) en la exitosa serie Friends, que cuando estaba preparando una cena romántica, no se dio cuenta de que una página estaba pegada, se la saltó y mezcló dos recetas distintas.

Mira los libros de recetas que te propongo. Los tienes para adelgazar, niños, vegetarianos… Si te decides por el libro de Arguiñano, te recomiendo adquirir también un libro de chistes.

Y para terminar…un molde para el postre

Si te gustó mi receta especial, pero no tienes el molde adecuado, mira la selección que te presento. Los tienes metálicos de esos desmontables, que vienen de perlas para no destrozar la tarta al desmoldear. O los de silicona que los tienes incluso con formas para divertir a los peques. ¡Qué versátil la silicona! Te sirve para un gorro de ducha, en la construcción, para lo que estás pensando y también para hacer moldes como los que te presento. Yo me hago unos bizcochos para chuparse los dedos que me alegran los desayunos y me ayudan a ver el día con más entusiasmo.

Para los golosos, recetas de repostería

Y si quieres ampliar tus opciones un libro de repostería es tu solución. Las tienes más tradicionales y hasta saludables, porque cuidarse no es enemigo del placer de lo dulce. Mis favoritos son los de los conventos, aunque el único ingrediente que siempre me falta es la inspiración divina.